El brownie, rey de las relaciones
Cuando alguien me describe un postre, yo lo visualizo, me imagino paladeándolo y salivo. Lo mismo me pasa con los hombres: los imagino como un postre.
El merengue
Mira que está bueno, está buenísimo, tan mono, tan dulce… pero aún no has llegado a la tercera cucharada y ya estás harta. Y es que sí, entra por los ojos pero empalaga rápido. Apetece pero solo muy de vez en cuando.
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